Tres de las personas afectadas con ese problema visitaron las dependencias de Diario La Prensa, donde aseguraron que están estresados y agotados, pues la denominada Feria de Las Pulgas está descontrolada en el sector de Aguas Negras.

Plantearon que apoyan que exista comercio en la cancha, como fue la idea inicial, pero que ahora las viviendas de varios pasajes (Trapiche, Licantén o Mataquito) están repletos de puestos, cuyos productos son colocados en las rejas de los inmuebles, incluso, tapando las entradas, lo que ha generado conflicto.

Una de habitantes molestas, quien pidió mantener su anonimato por miedo a represalias,  manifestó que con la pandemia el tema se había regularizado, pero que después volvieron, por ejemplo, comerciantes de la Felicur o, incluso, de otras ciudades. “Ahora venden abarrotes, ropa nueva, remedios y dejó de ser solo pulgas”, acotó.

Por tal motivo, solicitó a las autoridades, especialmente a la Municipalidad de Curicó, que tomen cartas en el asunto. “No queremos que se expanda más, porque llega hasta calle Hualañé, casi llegando a Carabineros”, contó.

Mal vivir

Otro vecino sostuvo que la calidad de vida en el sector se ha visto muy perjudicada, pues los comerciantes se instalar “afuera de las veredas, donde han llegado estacionadores informales, donde es tanta la falta de respeto que ponen los vehículos frente a las casas  y las personas a penas pueden pasar de un lado al otro”.

Agregó que cuando llaman a Carabineros, la respuesta es siempre la misma: que no hay personal. “Seguridad ciudadana también se excusa de que ellos no pueden ir porque los sujetos se ponen violentos, entonces a las finales estamos solos y no hayamos qué hacer”, lamentó.

Una tercera vecina planteó que es muy peligroso que los pasajes estén ocupados en caso, por ejemplo, de un incendio.  “En mi pasaje somos puros adultos mayores y este alcalde debería ponerle el cascabel al gato de una vez por todas”, indicó.

Cansados de espera 

Los vecinos aseguraron que los fines de semana es muy complicado vivir en el sector, situación que se repite con feriados, por lo mismo exigen fiscalizar y regularizar el tema.

“Hace muchos que estamos con esta batalla y la verdad es que da pena porque no es posible esto. Somos el patio trasero de Curicó, pero también hay gente buena. Hay chiquillos con carrera, gente que trabaja, no todos somos malos”, sostuvo.

En ese sentido, recordaron un operativo que se hizo hace algunos meses con Carabineros y se sacaron varios puestos, pero a las semanas volvió el desorden, las calles copadas de puestos y los vecinos sin recibir ninguna solución.



 
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