“La ciudad entera debe estar preparada con ciclovías adecuadas y medidas preventivas, no pedazos”. Con esa frase, el concejal por Curicó Francisco Sanz se refirió a la falta de seguridad que existe en varios caminos como el que conecta con la localidad de Zapallar, donde la noche del lunes perdió la vida un ciclista atropellado por una camioneta.

La autoridad comunal reconoció que falta más “señalética, vías compartidas, ciclovías, campañas municipales, es decir, tener convicción política ciudadana de que Curicó es una ciudad pedaleable y amigable”.

Puntualizó que no podemos esperar más muertes para que se tomen cartas en el asunto, sobre todo si un número importante de personas usa la bicicleta para hacer deporte y para trasladarse a sus colegios o lugares de trabajo.

Consultado por qué no se toman medidas, la autoridad fue clara en afirmar que “es un tema de voluntad política y de definiciones futuras, de qué ciudad queremos”.

Ejemplo a seguir 

Francisco Sanz recordó que ha viajado varias veces a Rancagua, donde se han tomado el tema en serio. “Es un gemelo de Curicó. Es una ciudad plana, de ocho kilómetros de radio y hasta que llegó un alcalde que quiso retomar el ciclismo urbano”, dijo.

Agregó que en solo cinco años pasaron de “25 kilómetros de alicaídas ciclovías a más de 50, 60 kilómetros. Hicieron ordenanzas a favor del ciclismo. Por ejemplo, allá cualquier playa de estacionamiento debe tener bicicleteros gratis para la gente, eso es tener una sólida mirada respecto a la importancia de la movilidad vía ciclos”.



 

 
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