La migraci贸n internacional -el
hecho de dejar nuestro pa铆s de origen para ir a vivir a otro de
manera temporal o definitiva- ha sido
parte de la evoluci贸n humana. Las motivaciones para decidir movernos a vivir a otro lugar pueden estar ligadas a
estudios, trabajo, hasta razones
m谩s complejas y adversas relacionadas con causas pol铆ticas, sociales, econ贸micas y/o b茅licas, siendo 茅stas las m谩s
comunes y por las cuales las personas buscan en otro pa铆s la
posibilidad y el derecho a un buen vivir. En nuestro pa铆s la migraci贸n
ha aumentado significativamente. Seg煤n el Censo del 2002, la cantidad de
inmigrantes representaba al 1,7% de la poblaci贸n nacional, pasando al 4,35%, correspondiente a 746.465 personas el a帽o 2017
(conforme a Censo 2017). Si miramos de d贸nde vienen las personas
migrantes, Per煤, Colombia, Venezuela,
Argentina y Hait铆 aparecen como los principales pa铆ses de origen.
En el Maule
Si miramos nuestra regi贸n,
podemos observar que la migraci贸n tambi茅n
ha aumentado, especialmente en los
煤ltimos a帽os, pasando de 5.021 inmigrantes en el a帽o
2015 a 10.780 personas el a帽o 2017 (seg煤n Censo 2017). Estas personas se han concentrado principalmente en Talca donde
viven 4.062 personas extranjeras, Curic贸
2.582 personas y Linares donde habitan 857 personas (que en conjunto configuran el
70% de la poblaci贸n migrante regional).
Las principales nacionalidades de los migrantes son la Venezolana, Argentina,
Haitiana y Colombiana. As铆 el Maule transita
desde una sociedad m谩s homog茅nea hacia una m谩s diversa, lo cual implica retos
para una nueva configuraci贸n del
imaginario identitario maulino. Este aumento migratorio y
mezcla creciente de culturas trae
consigo tremendos desaf铆os para construir una convivencia intercultural positiva y virtuosa para nuestra regi贸n donde
el ejercicio de valores como la igualdad
de derechos, respeto a las diferencias y
valoraci贸n a la diversidad cultural se
vuelven cruciales. Por tanto, es importante preguntarnos c贸mo estamos
conviviendo con las personas migrantes. Nuestro comportamiento y
formas de relacionarnos con ellas y ellos depender谩 en gran medida de c贸mo comprendemos
la migraci贸n. Si la migraci贸n la vemos como una contribuci贸n a la riqueza cultural, social y econ贸mica seremos m谩s propensos a valorar en las
personas extranjeras el aporte que
realizan a nuestra regi贸n a trav茅s de su gastronom铆a, idioma, m煤sica, bailes,
literatura, saberes, creencias, tendiendo hacia comportamientos que favorezcan una convivencia basada en el
respeto rec铆proco. De lo contrario, si
la migraci贸n la percibimos como una potencial “amenaza-peligro” construiremos prejuicios que
pueden desencadenar en comportamientos de abuso y discriminaci贸n. Estas diversas comprensiones por supuesto no
son puras, teniendo matices que muchas veces se mezclan con otros tipos de
discriminaciones como de raza o de g茅nero, pudiendo por ejemplo ser “muy amables”
con un migrante “hombre-blanco-europeo” y “nada amables” con una migrante “mujer-afrodescendiente”.
Es tema
Hoy la migraci贸n es un tema de agenda p煤blica tanto a nivel
nacional como para los gobiernos locales,
donde es necesario la contribuci贸n y acci贸n conjunta y coordinada de nuestras instituciones
p煤blicas, instituciones de educaci贸n escolar y superior, organizaciones no gubernamentales, empresas, organizaciones pol铆ticas, sociales y comunitarias para aportar a la construcci贸n de pol铆ticas locales adecuadas y suficientes
desde la protecci贸n de los Derechos Humanos que garanticen servicios y
acompa帽amiento adecuado, suficientes y
que promuevan a su vez la inclusi贸n, integraci贸n y convivencia positiva entre la
comunidad migrante y la poblaci贸n local.
Es necesario preguntarnos c贸mo avanzamos hacia una educaci贸n intercultural. C贸mo
nuestras incipientes pol铆ticas de g茅nero son capaces de incorporar la migraci贸n
femenina y hacer frente a la discriminaci贸n
m煤ltiple que puede recibir una persona en su condici贸n de mujer-migrante-afrodescendiente.
C贸mo abordamos el mercado laboral
irregular que sabemos genera discriminaci贸n
y abusos en las condiciones laborales, ingresos y seguridad social.
La historia de miles de a帽os
nos dice que la migraci贸n trae consigo
riqueza cultural, por tanto es beneficiosa para el pa铆s y lugar de destino,
tanto en lo social, cultural y
econ贸mico, pero esta riqueza aflorar谩 en la medida de que
seamos capaces de reconocerla y valorarla en cada persona inmigrante con la
cual nos cruzamos y relacionados en
nuestra vida cotidiana, promoviendo y
cultivando una convivencia en base al respeto y la igualdad con apertura y
disposici贸n a la diversidad.
Pamela Henr铆quez Rojas
Trabajadora Social
Magister en Pol铆ticas Sociales y Psicolog铆a Social