La Prefectura de Carabineros Curicó, anualmente, despliega distintas secciones de efectivos con los conocimientos necesarios en frontera para realizar labores de soberanía, seguridad y control en el límite cordillerano con Argentina. Esos carabineros son trasladados hasta la avanzada “Los Potrerillos”, desde donde son relevados cada 30 días con la ayuda de la Sección Aeropolicial de la institución debido a la complejidad de llegar por vía terrestre.  

El comisario de la Cuarta Comisaría de Molina, mayor Ricardo Cáceres, se trasladó hasta el sector para dar término al periodo de avanzadas. “Los funcionarios desarrollan un trabajo de integración nacional valorable, previniendo el ingreso ilegal de personas y animales a nuestro país, sin las debidas medidas sanitarias, por lo que, a través de sus fiscalizaciones y controles permanentes, evitan situaciones ilícitas” detalló.


¿Esas avanzadas desde cuando se realizan en la provincia de Curicó? 

“Los registros de esta avanzada fronteriza Los Potrerillos se remontan a hace más de 30 años cuando, por primera vez, tres grupos de distintos funcionarios, durante 30 días, en los meses de diciembre, enero y febrero, resguardaron la frontera, haciendo un trabajo de prevención y soberanía”.


 ¿Por vía terrestre es imposible llegar al lugar?

“No, no es imposible, por ello que están los funcionarios en el lugar, este límite geográfico, puede ser visitado vía aérea desde Chile y, por una huella, la cabalgata supera los cinco días de trayecto, caminos que sólo Carabineros y arrieros experimentados conocen, es más próximo a Malargüe, que es una ciudad de la provincia argentina de Mendoza, a los pies de la cordillera de Los Andes”.


 
Los funcionarios, ¿serían los últimos habitantes en el límite cordillerano?

“Efectivamente, vocación de servicio y sacrificio en el límite cordillerano, marcando soberanía. Aquí los carabineros de manera permanente mantienen entrevistas con gendarmes del país trasandino, encuentros que se deben realizar con el fin de estrechar lazos y retroalimentarse de situaciones advertidas en la frontera. Estos cumplen su labor policial en un solitario y silencioso lugar, donde la vocación de servicio resalta entre las tonalidades de la cordillera, que no solo esconde belleza, sino que muestra lo complejo y aventurado del sector, que lo hace convertirse en un inhóspito lugar, brindando ayuda, en muchas oportunidades, a sacrificados arrieros que frecuentan el lugar”.


 
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