En el Centro de Salud Familiar “Betty Muñoz” de Curicó, autoridades analizaron las condiciones de seguridad tras las graves denuncias formuladas en contra de una paciente que ha amenazado a la mayoría del personal de ese recinto, incluso, con quitarles la vida.

La instancia fue encabezada por el delegado presidencial provincial, José Patricio Correa, quien mostró preocupación por los hechos ocurridos que se han arrastrado por mucho tiempo.

Por tal motivo, anunció dos medidas concretas, relacionadas con la funcionaria que recibió las principales amenazas. “Establecer la vinculación con el Centro de Apoyo de Víctimas para un acompañamiento jurídico, social y sicológico no solamente a ella, sino que además a las víctimas indirectas (familiares y compañeros de trabajo), apuntó.

Agregó que, en segunda instancia, se concretó la mesa de diálogo entre las distintas autoridades locales, tal como lo solicitó el Presidente de la República, Gabriel Boric, al enterarse de la situación.

“Se buscará avanzar en la línea de recopilar protocolos de acción y mejoras en el funcionamiento de hechos que puedan ser indicios de agresiones”, indicó.

Conformidad

La presidenta de la Asociación de Profesionales de Atención Primaria de Curicó y enfermera del Cesfam “Betty Muñoz”, Elizabeth Trigari, hizo un positivo balance del encuentro.

“Estoy viendo una luz y eso me deja súper tranquila y aclaramos varios puntos. De hecho, salió un procedimiento puntual para poder lograr el alta disciplinaria de la paciente que estábamos entrampados como departamento de salud”, aseveró.

La dirigente precisó que se dieron cuenta de “varias falencias y errores que se habían cometido y quedó comprometido un trabajo conjunto también en varios aspectos que hay que fortalecer”.



 
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