Detectives de la Brigada Investigadora de Robos de la PDI decomisaron una escopeta Lieggeoise, de dos cañones, calibre 16 y un revólver Smith & Wesson calibre 32.


El jefe de esa unidad policial, subprefecto Carlos Fuentes, señaló que la fiscalización se enmarca en la ley sobre Control de Armas y Explosivos.

"Durante el año pasado, se concretó la incautación de un poco más de 900 armas a nivel nacional, de acuerdo al mencionado plan anual, número que, en virtud a un compromiso institucional, este año esperamos que llegue a mil 29 armas", dijo.

Procedimiento

En esa línea, la autoridad policial explicó que “el procedimiento consta en que personal de la PDI concurre al domicilio en que se mantienen registradas armas de fuego, que por uno u otro motivo no han regularizado su cambio de propietario o lugar de tenencia”.

Agregó que "en ese momento, se solicita la entrega voluntaria del arma de fuego para otorgar un plazo aproximado de dos meses en que la persona puede poner en orden la documentación respectiva. De no cumplir con este plazo, el arma es entregada a la unidad fiscalizadora para su destrucción”.



 
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