Las últimas lluvias mejoraron bastante el aspecto negativo que tenía el lago Vichuquén. El intenso color verde se ha disipado en varios sectores. Los vecinos atribuyen la mejoría a las propias precipitaciones, a la baja de la temperatura del agua y al viento.
Este hecho deja más que claro que la naturaleza puede hacer milagros y que el hombre solo reacciona cuando los problemas están cuesta arriba. Nadie puede decir que la contaminación en el lago surgió de un día para el otro.
A de esperar que las autoridades no sigan cruzadas de brazos y dejen todo en manos de la "Pachamama". No hay que olvidar que solo aparecieron cuando se hizo público el asunto a través de los medios de comunicación, de lo contrario, nadie habría sabido lo que sucedía


Fotos Michel Quezada








 
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