El gerente general, José Luis Irarrázabal, dijo a diario El Centro que "no vemos ninguna posibilidad que la remolacha vuelva a esa zona porque no hay tierra disponible. Por lo tanto, mantener abierta la fábrica de Curicó no tenía ningún sentido".
Viñas y frutas
El ejecutivo dijo que la producción de azúcar se concentrará en Linares y Ñuble. En ese sentido, dijo que en Curicó las tierras se están ocupando para otros productos más rentables. "En los últimos años se convirtió en un área frutícola y de viñedos", apuntó.
En cuanto al impacto en los trabajadores, dijo que en la planta Curicó trabajan 32 personas, de las cuales 13 serán trasladadas a las otras sucursales.
