En la recta final hacia las elecciones del próximo domingo, la candidatura de Carolina Torres se ha consolidado como una de las sorpresas políticas más destacadas del Maule.

Queriendo representar a las provincias de Curicó y Talca, distrito 17, su presencia en la escena pública ha generado un entusiasmo ciudadano que pocos anticipaban. 

De menos a más, Torres ha logrado capitalizar el descontento con los viejos (y mismos) rostros del sector y se ha transformado en la alternativa de la nueva derecha local.

Se trata de una figura fresca, creíble y cercana que ha sabido interpretar el sentir de una ciudadanía cansada del inmovilismo político.

Lo que la propia Carolina Torres ha definido como “la excusa, la inacción parlamentaria”.

Ascenso sostenido

Mientras los actuales parlamentarios de ChileVamos enfrentan un notorio desgaste, producto de años de desconexión con las verdaderas preocupaciones regionales, la campaña de Carolina Torres ha ido en sentido contrario: creciendo con naturalidad, sin estridencias, pero con convicción. 

Su estilo directo, su lenguaje sin eufemismos y una presencia activa en terreno y en redes sociales le permitieron conectar con votantes jóvenes, mujeres, emprendedores, adultos mayores y agricultores que veían con distancia la política tradicional.

Las últimas encuestas reflejan un ascenso sostenido en su nivel de conocimiento y aprobación, con nada de rechazo, cualidad que anhelan todos los políticos, situándola como una seria contendora con posibilidades reales de triunfo.

Futuro político

Sin embargo, más allá del resultado electoral, el fenómeno Carolina Torres trasciende la coyuntura: representa una renovación auténtica dentro del mundo opositor, una manera distinta de hacer política basada en la transparencia, la cercanía y el sentido común.

En momento donde todos o mejor dicho, una mayoría, no quiere saber nada de los políticos, generando apatía y desconfianzas,  Carolina Torres, encarna el regreso a la política con propósito.

Gane o no el domingo, ya se instaló como una figura clave del futuro político del Maule, una voz capaz de reconstruir puentes entre la ciudadanía y una derecha que busca volver a representar con orgullo a la gente común.



 
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