Tras dos años y tres meses de investigación, el ministerio Público cerró la causa sobre la muerte de Alan Abraham Becerra Gajardo, quien falleció cuando tenía solo un año de vida al interior del centro asistencial, hecho ocurrido el 18 de agosto de 2015. La hipótesis que se manejó en un primer momento fue que al menor se le había inyectado leche en vez de suero por vía intravenosa. La familia afectada es de Teno y llevó al menor al hospital aquejado de una neumonía.


No hay pruebas

Según el fiscal a cargo del caso, Andrés Gaete, "no se logró acreditar la presencia de lactosa" en el cadáver. Por tal motivo, no se pudo establecer un eventual delito. Esta situación fue corroborada por exámenes realizados por el Servicio Médico Legal y profesionales de una universidad española. De esta manera, el ente persecutor decidió no perseverar en el caso.



Confusas teorías

No hay que olvidar que una vez conocidos los hechos, la dirección del hospital denunció la muerte del bebé, acusando a la madre de haber inyectado la leche, sin embargo, la mujer en todo momento rechazó la imputación y pidió investigar al cuerpo médico que atendió a la pequeña víctima. En todo ese revuelo, el centro asistencial asumió el error de no haber denunciado el hecho inmediatamente, lo que levantó más de una suspicacia y la incomodidad para la familia que vio como detectives se llevaban el ataúd de Alan en pleno funeral para realizar al autopsia de rigor.


 
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