La semana pasada era muy importante para la presidenta de la Fundación "Justicia por Amor", pues estaba afinando los detalles para una operación en la capital.  "Viajé el día miércoles a Santiago. Dejé de trabajar y pedí una hora con un médico cirujano vascular y fui junto con mi hermana. Buscamos en internet donde dice que trabaja con Fonasa e Isapres, etc", dijo.  La consulta y un examen de eco doppler le salía 75 mil pesos a cada una, dinero que de debían pagar tres días antes de la operación. Todo iba bien hasta que comenzó un diálogo con el doctor que estaría a cargo del procedimiento quirúrgico.  Erika Adame señaló que el tono y actitud del médico cambió cuando le contó el trabajo que hacía en favor de presuntas víctimas de negligencias médicas.


"Se va a tener que ir a otro lado"

"Obvio que salió que íbamos de Curicó porque acá la salud era bastante mediocre y que producto de eso tengo un hijo dañado y que teníamos una fundación en la cual nos dedicamos a apoyar a víctimas de negligencia médica", apuntó. La presidenta de la Fundación "Justicia por Amor", precisó que tras entregar esa información, el tono del diálogo fue totalmente distinto. "Veo que el doctor se incomoda demasiado. Me golpea la espalda y me dice Erikita si usted se quiere operar se va a tener que ir a otro lado porque yo en realidad no tengo el título de cirujano vascular y no me gustaría verme involucrado en un tema con usted", apuntó.




 
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