Varias autoridades llegaron al lanzamiento de este programa que se aplicará en Curicó, Teno, Rauco, Sagrada Familia, Romeral y Molina. El objetivo es mantener a raya las emisiones contaminantes en hogares y empresas, por lo cual habrá una inversión importantes en el cambio de calefactores, al acceso de vehículos eléctricos, fiscalización a la venta de leña y la denuncia de humos visibles, entre otras. La iniciativa comenzará a regir el 1 de abril y se extenderá hasta el 30 de agosto, período donde habrá una análisis del aire desde el centro de monitoreo ubicado en el cementerio y, que según los resultados, se podrá decretar alertas, preemergencias y emergencias ambientales.
El subsecretario de Medio Ambiente, Javier Naranjo, resaltó la entrada en vigencia del programa en la puerta norte de la región. "El llamado es al cumplimiento, donde todos los actores de la sociedad civil debemos participar para poder contribuir a la mejor calidad del aire", indicó.



Pocos fiscalizadores

La autoridad medioambiental reconoció que hay un déficit de fiscalizadores en terreno. "Es un problema que hay que solucionar. La administración del Estado funciona a través de la Ley de Presupuestos y en la medida que la normativa lo permite vamos a intentar mejorar y aumentar los fiscalizadores porque es la mejor manera de garantizar el cumplimiento", aclaró.
Sobre ese tema, el alcalde de Curicó, Javier Muñoz, se mostró dispuesto a apoyar el trabajo en la fiscalización, ya que los organismos estatales son insuficientes para poder generar un trabajo efectivo en las calles. "Particularmente cuando hay episodios críticos en esa materia. Hemos conversado con el seremi de la región la posibilidad de tener convenios que nos permitan colaborar a nosotros como municipalidad para poder aumentar esa capacidad en terreno que se requiere", acotó.



 
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