Con el pasar de los días se despejaron algunas dudas sobre la participación de los dos imputados en el homicidio de Manuel Gutiérrez Rivera, de 39 años, registrado la madrugada del domingo pasado.

Por el delito de homicidio, fue formalizado un joven, de 18 años, quien atacó a la víctima fatal luego de que su madre le dijera que había sido violada y golpeada en medio de una convivencia social.

El acusado fue identificado como Diego Raimilla, quien declaró ante la PDI que actuó con rabia por la denuncia de su mamá, reconociendo que apuñaló mortalmente al sujeto (pareja informal de la mujer) con un cuchillo.

El joven quedó en prisión preventiva por ser considerado un peligro para la seguridad de la sociedad y por la posibilidad de fuga durante los dos meses que se extenderá la investigación de este caso.

La mujer protagonista de esta historia es Karina Garate Donoso, de 35 años, quien llegó a compartir con la víctima, el dueño de casa y otra mujer que se retiró antes del hecho de sangre.

Inicio del conflicto

El problema surgió cuando ella se fue a recostar a la cama del hombre, quien arrendaba una pieza en uno de los departamentos de Torres del Vaticano. Según su testimonio, la víctima la violó y golpeó, por lo que se defendió golpeándolo con un cenicero de vidrio, el cual se quebró y con los restos lo apuñaló.

Por ese ataque, la acusada fue formalizada por el delito de lesiones graves, quedando con las medidas cautelares de arraigo nacional y firma quincenal en Carabineros de Tutuquén, la unidad policial más cerca de su domicilio.

Tras eso, pidió ayuda al guardia del condominio y llamó a su hijo, quien llegó rápidamente y tuvo el altercado con el agresor de su madre, a quien le quitó la vida, según él, en legítima defensa.

El joven declaró que el arma blanca lo tenía su contendor y que él en un descuido se lo quitó para atacarlo, mientras que hay un testigo que señaló que el imputado llegó con el cuchillo al lugar del hecho.




 
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