Los hechos se remontan al domingo 7 de septiembre pasado, cuando el técnico en enfermería Claudio Bravo, de 37 años, estaba lavando su automóvil en el antejardín de su casa en la población Curicó.

Según su relato, un vecino que tiene un taller mecánico en el sector lo increpó y luego lo atacó con una pala, por lo cual se defendió, argumentando una legítima defensa. Ambos han tenido problemas anteriores porque la presunta víctima denuncia que su contraparte ha rayado vehículos estacionados, lo cual ha sido negado por el aludido.

En la jornada de ayer, se revisó su prisión preventiva, donde el Tribunal de Garantía mantuvo la prisión preventiva por considerar al joven profesional como un peligro para la seguridad de la sociedad y de la víctima, entre otros argumentos.

La decisión judicial fue rechazada por el abogado defensor, Julio Herrera, quien la calificó de errada, pues su defendido fue, a su juicio, el agredido en un primer término.

El profesional afirmó que esa decisión marca un negativo precedente. “Cualquier ciudadano que es agredido en la cabeza tiene el derecho a defenderse y a quitarle la pala y donde hubo resistencia mi representando el da muchos golpes”, apuntó.

Julio Herrera puntualizó que estamos ante una clara legítima defensa, donde hay un informe de la PDI que el acusado reaccionó a un ataque. “Hay una agresión ilegítima y hay falta de provocación suficiente, o sea, nada justifica lo que hizo la víctima de ir a un domicilio a agarrar a palazos a una persona, a tratar de matarla, me parece insólito este caso”, aseguró.

Por tal motivo, anunció que presentará un recurso de amparo y que no descarta llegar hasta la Corte Suprema.

Piden justicia 

Hasta el Tribunal de Garantía de Curicó llegaron seres queridos de Claudio Bravo, quienes con pancartas trataron de llamar a atención de la comunidad, pues encuentran muy injusta la situación que están viviendo como familia.

Carlos Bravo, hermano del imputado, lamentó el trabajo que ha hecho la justicia en este caso, pues ahora nadie se puede defender, por ejemplo, de alguien que irrumpa en un inmueble.

“Lo van a atacar a la misma casa, le pegan adentro, con una pala en la cabeza y, más encima, la Fiscalía avala eso”, sostuvo.

Agregó que con ese tipo de decisiones judiciales la gente se siente más desprotegida. “Si me van a asaltar a la casa o a hacer un portonazo, voy a tener que entregar todo, o sea, tendré que abrirle la puerta a los delincuentes. Siento que están equivocados y está dejando detenida a una persona que es inocente y después alegan que la cárceles están saturadas”.



 
Subir