Por unanimidad, el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Curicó sentenció a Erick Lisardo Vásquez Toledo y Jonathan Alexander Lizama Ulloa a penas únicas de 20 años de presidio efectivo como autores de cuatro delitos de robo con violencia, registrados entre junio y julio de 2022, en las comunas de Romeral, Curicó, Sagrada Familia y Teno.
Además, los acusados deberán pagar con tres años y un día
de reclusión por el delito de tenencia ilegal de arma de fuego, según lo
establecieron los magistrados Rodrigo Gómez, Jimena Orellana y Paulina
Rodríguez
En la causa, el tribunal condenó al acusado Mauricio
Alfredo Donoso Navarro a la pena de cinco años y un día de presidio por su
participación en uno de los asaltos.
Violentos
El 10 de junio de 2022, Vásquez y Lizama concurrieron al
sector Las Catreras sin número de Romeral e ingresaron a una casa, donde
amenazaron a un hombre con armas blancas y una de fuego, donde le exigieron
entregar especies.
Según el dictamen, a la víctima la tomaron del pelo, la
botaron al suelo y maniatarlo de pies y manos, llevándose “dos Smart TV, un
taladro inalámbrico, dos serruchos eléctricos, un teléfono celular, un reloj,
una bomba de agua y una camioneta”.
Dos semanas después, el par de antisociales llegó a un
domicilio de Vista Hermosa de Curicó, donde golpearon y maniataron al dueño de
la vivienda, apoderándose de una escopeta, una motosierra, una bomba de agua y
una camioneta.
Cuantiosos botines
En tanto, el 30 de junio, los sujetos intimidaron a dos
hombres y una mujer en un inmueble ubicado en Lo Valdivia, en la comuna de
Sagrada Familia.
El dictamen explica que los asaltantes ingresaron al
inmueble y a las víctimas “les cubrieron el rostro con una frazada, las tiraron
al suelo y les sustrajeron dinero en efectivo, que ascendió al menos a la suma
de 21 millones de pesos, más dos celulares y una escopeta”.
Finalmente, el 11 de julio de 2022, Lizama, Vásquez y
Donoso se trasladaron a una casa del sector Piedra Blanca de Teno, donde
amenazaron a una joven de 18 años y un menor de 12.
En el escrito judicial se apunta que “los maniataron de
pies y manos con cables, para luego taparlos con una manta (…) tras
consultarles bajo amenaza con tales elementos sobre dónde estaba una caja
fuerte y dónde se hallaban sus padres, sustrajeron una escopeta, un rifle,
perfumes, un par de lentes de sol, prendas de vestir, diversas joyas, una
botella de vino, 190 mil pesos, un bolso, dos notebooks y una camioneta.