Inquietos y molestos están los comerciantes del centro de Curicó, ubicados en calle Camilo Henríquez. Según los locatarios, en el último tiempo han aumentado los robos y desórdenes en la vía pública, lo cual se ve influído por la venta indiscriminada de alcohol en una botillería del sector. Una de las afectadas por la delincuencia es la dueña de Agroveterinaria, María Elena Huerta, quien describió el último robo que sufrió en su local. "Fue dos días antes del 18. Esperaron que cerráramos al mediodía y entraron por el techo. Venían desde el estacionamiento de calle Carmen al lado de un café. Nos rompieron el techo y se deslizaron del segundo piso. Actuaron como dateados porque sonaron todas las alarmas". La mujer dijo que perdió dinero y un talonario de cheques que sigue dando vuelta en la Sexta y Séptima Regiones.



"La delincuencia está creciendo"


María Elena Huerta agregó que también sufrió un robo en su casa, donde jóvenes delincuentes la amenazó a ella y parte de su familia. Por tal motivo, no cree en una encuesta que concluyó que Curicó es la tercera comuna más segura del país "En el caso mío yo no podría aceptar eso porque la verdad es que veo a mis vecinos y veo la delincuencia cada día creciendo. Además, carabineros no da abasto, aunque tienen muy buena disposición", dijo.


"El llamado es a denunciar"

Los vecinos del centro de Curicó se reunieron con autoridades de las policías y la municipalidad. Uno de los presentes fue el comisario de Curicó, mayor Jaime Valenzuela, quien precisó que es clave denunciar para coordinar el trabajo preventivo con los afectados. "Hay que denunciar los hechos para que tanto carabineros, investigaciones, municipalidad y fiscalía y otras instituciones que tenemos responsabilidad en materia de seguridad pública podamos intervenir. Cuando no contamos con antecedentes concretos, obviamente, las intervenciones resultan erradas", acotó. La autoridad policial dijo que hay una gran reincidencia de delincuentes, puesto que las personas que denuncian luego no comparecen a los juicios y los tribunales no tienen otra opción que absolver a los acusados, lo que genera un círculo vicioso o conocido también como "puerta giratoria".


 
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