Un nuevo capítulo se escribirá en esta causa luego de que el 18 de abril pasado quedara a firme la sentencia del Juzgado de Garantía de Curicó que decidió absolver de todos los cargos al doctor curicano, Nelson Valenzuela, quien estaba acusado de una presunta negligencia médica por la muerte de Aurelia Bustamante Barrientos, de 68 años, quien perdió la vida tras ser sometida a una operación de vesícula, en octubre de 2009. Haciendo uso de un derecho legal, la abogada de la parte querellante presentó un recurso de nulidad ante la Corte de Apelaciones de Talca, mediante el cual se pretende dejar sin efecto la sentencia de este mediático caso que se arrastra por casi una década.


Fundamentos

Carmen Julia Vergara, abogada de la familia de la víctima, tiene cifradas las esperanzas en el tribunal de alzada de la capital regional. “Que la acoja y anule el juicio y la sentencia, ordenando repetir el juicio con un tribunal no inhabilitado, es decir, bajo la mirada de otros jueces”, señaló.  La profesional precisó que la acción legal busca desarticular el fallo absolutorio resuelto por el juez Jorge Omar Valenzuela, pues no comparten sus fundamentos básicos. “Que los hechos no permiten establecer o dar por configurado el cuasidelito de homicidio que esta parte y el ministerio Público atribuía o imputaba al doctor Nelson Valenzuela, señalando que era un hecho posible de ocurrir y, por tanto, la perforación de la aorta no era un hecho aislado y le atribuyó, especialmente, al doctor Valenzuela la capacidad y expertiz para repararla y en la práctica si la señora se murió fue por complicaciones completamente ajenas, lo cual nos parece insólito”, dijo.


Muerte sin explicación

No hay que olvidar que en el  juicio simplificado, el magistrado resolvió que si bien en la intervención se pasó a llevar la arteria aorta del abdomen y el duodeno, el médico corrigió esa situación en una operación abierta. Según el juez, otro profesional comprobó el éxito de esa reparación por lo que, a su juicio, siempre intentó salvar a la paciente. Como era de esperar la familia de la víctima reaccionó molesta al veredicto. Algunas personas rompieron en llanto, otros quisieron agredir al médico cuando éste daba declaraciones a los medios de comunicación, mientras que varios le gritaron “asesino” y “mentiroso”. De hecho, la impotencia era demasiada, pues en el seno de la familia pensaban que el doctor iba a ser considerado culpable de las imputaciones presentadas en su contra. El magistrado Jorge Omar Valenzuela reconoció que estábamos ante un caso muy técnico  y que aún con el paso del tiempo no se sabe con exactitud la causa de muerte de la paciente.


 
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