El protagonista de esta historia de honradez es el conductor Mario Cabrera, quien trabaja en una línea de microbuses que cubre  el trayecto Curicó y la localidad de Los Quillayes.

Cuando terminó su turno, el profesional del volante encontró un bolso con cuatro millones de pesos en un asiento y espero a su dueña para devolvérselo.

Olvido

La mujer había sacado el dinero desde una sucursal bancaria de Curicó, tomó un bus y se bajó en el centro de la plaza de Sagrada Familia, donde tenía que hacer algunos trámites.

Fue en ese momento, que se dio cuenta de que el dinero se le había quedado en la máquina y se fue inmediatamente al terminal de esa línea, donde Mario Cabrera la estaba esperando con la plata, lo cual provocó una alegría y alivio inmenso a la olvidadiza pasajera.



 
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